Soy Ana Lucia
Valderrama Sánchez y la experiencia de diseñar
una propuesta de transformación social para las niñas de diseño de vestuario de
la Universidad de San Buenaventura Cali fue gratificante, debido a que en este
tiempo no solo el proceso de sensibilización y concientización de la
problemática fue para las niñas sino también para mi, ya que entendí que somos
las mismas personas las encargadas de crear prejuicios sobre otras sin darnos
cuenta del fondo y las implicaciones que trae esto a nivel social y
personal. Mi prejuicio al inicio era en cierto modo decir que las estudiantes
de diseño de vestuario solo tenían en su imaginario que la belleza era igual a
una persona delgada y con curvas finas, pero después de haber estado en un
proceso entendí que diseño de vestuario era muy diferente a diseño de modas,
que ellas diseñaban según las necesidades de cada persona y que estaban
dispuestas a abrir su mirada y reconocer nuevos estereotipos de belleza para
suplir aquellas necesidades de las personas en esta condición.
Además,
entendí que dicha mirada que se tenía al principio fue cambiando tanto para
ellas como para mi, en la que logramos trabajar en equipo y crear en las
oportunidades de encuentro reflexiones acerca de la problemática abordada. Por
el lado de ellas, un aspecto importante para mí, fue esa idea de no solo suplir
las necesidades de las personas sino también mejorar su calidad de vida ya sea
física o psicológicamente, contribuyendo con un granito de arena a derrumbar
esas discriminaciones e implicaciones que se generan en estas personas. Y por el lado personal, entendí que si uno se
acepta tal y como es y se siente conforme con su cuerpo todo el mundo te va a
ver esa belleza que resaltas, y no se trata de ser delgado, grueso o cuadrado
se trata de aceptarse y tener la seguridad en sí misma de que somos lindas a
pesar de que todas seamos diferentes, porque cada persona tiene su singularidad
que la representa y la hace ver distinta y especial.
Por tal razón,
tomo esto como un logro alcanzado, un logro de gran
significado para mi vida y mi formación como psicóloga, ya que
aunque la sociedad tenga algo impuesto un pequeño grupo de personas lograron
abrir su mirada y elaborar una nueva construcción de esa realidad que por años
se había tenido y a pesar de que se empezó por pocas personas este tipo de
sensibilización y concientización se puede ir esparciendo a medida que sea
compartida con las demás personas y se siembre en ellas esa mirada diferente,
libre de prejuicios y esquemas a seguir.
María del Mar Espada
Ante
todo agradecer, puedo decir que fue una experiencia enriquecedora tanto
personal como profesionalmente, pues debo de reconocer que un principio, cuando
se planteó el proyecto uno lo ve algo complejo e incluso algo con muchas
probabilidades de no lograrse.
Considero
que a pesar de no tener conocimiento sobre esta problemática que está presentando
no te hace diferente al resto, es decir en muchos pensamientos coincidí con las
personas que entrevistamos, pues ahora entiendo que es algo normal, somos de la
misma cultura y por ende víctimas de los mismos estigmas que impone la
sociedad, sin embargo el proyecto de concientización y sensibilización también
fue para uno.
Pues
este amplio la mente y la mirada a muchas cosas que uno considera que no tienen
vuelta atrás ya sea por su recorrido histórico o tal vez por el poder que se
tienen ya impuestos, pero todo es posible, también comprendí que para querer
realizar algo grande debes de empezar por lo más pequeño es decir, me di cuenta
que nuestro proyecto fue exitoso porque en el proceso también obtuvimos
nosotras la transformación y el cambio, para así mismo poder dirigir y establecer un proyecto de transformación
social.

No hay comentarios:
Publicar un comentario