lunes, 17 de noviembre de 2014

REFLEXIÓN DE CIERRE

Soy Ana Lucia Valderrama Sánchez y la experiencia de diseñar una propuesta de transformación social para las niñas de diseño de vestuario de la Universidad de San Buenaventura Cali fue gratificante, debido a que en este tiempo no solo el proceso de sensibilización y concientización de la problemática fue para las niñas sino también para mi, ya que entendí que somos las mismas personas las encargadas de crear prejuicios sobre otras sin darnos cuenta del  fondo y las  implicaciones que trae esto a nivel social y personal. Mi prejuicio al inicio era en cierto modo decir que las estudiantes de diseño de vestuario solo tenían en su imaginario que la belleza era igual a una persona delgada y con curvas finas, pero después de haber estado en un proceso entendí que diseño de vestuario era muy diferente a diseño de modas, que ellas diseñaban según las necesidades de cada persona y que estaban dispuestas a abrir su mirada y reconocer nuevos estereotipos de belleza para suplir aquellas necesidades de las personas en esta condición.


Además, entendí que dicha mirada que se tenía al principio fue cambiando tanto para ellas como para mi, en la que logramos trabajar en equipo y crear en las oportunidades de encuentro reflexiones acerca de la problemática abordada. Por el lado de ellas, un aspecto importante para mí, fue esa idea de no solo suplir las necesidades de las personas sino también mejorar su calidad de vida ya sea física o psicológicamente, contribuyendo con un granito de arena a derrumbar esas discriminaciones e implicaciones que se generan en estas personas.  Y por el lado personal, entendí que si uno se acepta tal y como es y se siente conforme con su cuerpo todo el mundo te va a ver esa belleza que resaltas, y no se trata de ser delgado, grueso o cuadrado se trata de aceptarse y tener la seguridad en sí misma de que somos lindas a pesar de que todas seamos diferentes, porque cada persona tiene su singularidad que la representa y la hace ver distinta y especial.

Por tal razón, tomo esto como un logro alcanzado, un logro de gran significado para mi vida y mi formación como psicóloga, ya que aunque la sociedad tenga algo impuesto un pequeño grupo de personas lograron abrir su mirada y elaborar una nueva construcción de esa realidad que por años se había tenido y a pesar de que se empezó por pocas personas este tipo de sensibilización y concientización se puede ir esparciendo a medida que sea compartida con las demás personas y se siembre en ellas esa mirada diferente, libre de prejuicios y esquemas a seguir. 



María del Mar Espada
Ante todo agradecer, puedo decir que fue una experiencia enriquecedora tanto personal como profesionalmente, pues debo de reconocer que un principio, cuando se planteó el proyecto uno lo ve algo complejo e incluso algo con muchas probabilidades de no lograrse.

Considero que a pesar de no tener conocimiento sobre esta problemática que está presentando no te hace diferente al resto, es decir en muchos pensamientos coincidí con las personas que entrevistamos, pues ahora entiendo que es algo normal, somos de la misma cultura y por ende víctimas de los mismos estigmas que impone la sociedad, sin embargo el proyecto de concientización y sensibilización también fue para uno.


Pues este amplio la mente y la mirada a muchas cosas que uno considera que no tienen vuelta atrás ya sea por su recorrido histórico o tal vez por el poder que se tienen ya impuestos, pero todo es posible, también comprendí que para querer realizar algo grande debes de empezar por lo más pequeño es decir, me di cuenta que nuestro proyecto fue exitoso porque en el proceso también obtuvimos nosotras la transformación y el cambio, para así mismo poder dirigir  y establecer un proyecto de transformación social.


No hay comentarios:

Publicar un comentario